lunes, 17 de junio de 2013

Patrones sociales en los vestuarios masculinos II

La desnudez y el asunto de lo fálico en los vestuarios
Aunque a muchos de los hombres les cueste admitirlo, el temor a la desnudez tiene un fuerte componente genital. Ya hablamos antes aquí de las implicaciones fálicas que caracterizan la mente y la psicología masculina en los artículos "El falo como experiencia religiosa I y II". En ellos sugeríamos que los asuntos relacionados con el pene, en cuanto a su dimensión física y estrictamente genital, así como lo fálico como una condición de la psicología masculina, se suelen manejar actualmente, a nivel del colectivo masculino, de una manera sumamente discreta, podría decirse que siguiendo ciertos  códigos compartidos por los hombres de una manera velada.
Todo esto es debido, muy probablemente, a que la sociedad contemporánea induce a las personas a rechazar, y por ende ocultar, todo lo relacionado con el pene y lo fálico. Esta represión social se ve reflejada entonces en espacios como los vestidores: son más los que se preocupan por "no mostrar mucho" que el simple hecho de no pararle a una desnudez que no tendría que tener mayor trascendencia si se hace entre pares, puesto que, en cuanto a la corporalidad y lo genital, se trata de algo que tenemos en común absolutamente todos los hombres. Sin embargo, el hecho es que todo lo relacionado con lo genital suele tener en la actualidad connotaciones tabú y hasta peyorativas, por lo que muchos hombres se sienten realmente incómodos cuando tienen que exponer su genitalida ante otras personas, incluso otros hombres.

Por otro lado, como dice Eugene Monick, el falo, como órgano sexual físico, es externo, por lo que su manera habitual de presentación ante el colectivo es abiertamente exhibicionista: solo basta quitarnos la ropa interior y nuestro miembro, juntos con los testículos en su sacro escrotal, caen y cuelgan visiblemente bajo el arco que forman las piernas; algunas veces esta exhibición se presenta de modo aparatoso, como cuando experimentamos una erección circunstancial, sin motivo alguno, en cualquier momento del día. Así, puede decirse que el miembro viril no repara en lugar ni situación para expresarse, y además suele comportarse totalmente independiente de las decisiones conscientes de sus dueños. Según Monick, se requiere entonces de un modo especial de manejar esta dualidad: nuestra necesidad de esconder lo que por sí mismo exige ser mostrado.

Esta ambivalencia queda reflejada notoriamente en los vestuarios: por un lado, puede ser razonable pensar que, estando en un ambiente totalmente masculino, no hay problema de andar desnudos entre otros hombres, sin embargo existe en muchos de ellos el temor de "mostrar". En algunos casos presiento que la principal razón tiene que ver con esa tendencia competitiva propia de lo masculino, particularmente entre los más jóvenes, en donde lo más grande y fuerte suele ser lo mejor. A esta idea se adhiere precisamente lo fálico cuando entran en consideración las dimensiones del miembro viril: entonces se tiende a razonar desde una perspectiva totalmente sesgada, y "como me parece que mi pene es el más pequeño de todos los que me rodean, seguro que ellos me verán como un perdedor". Por otro lado está el asunto de las erecciones espontáneas: "si se me parase delante de todos en el vestuario, creerán que soy homosexual y mi masculinidad se verá amenazada".

De nuevo, todo esto surge de esa tendencia innata de los hombres a comparar: si yo siento que mis genitales son de determinada manera, me pregunto qué tan distinto será el miembro de los demás con respecto al mío. Así que todos miramos conscientemente o sin querer, furtivamente, el miembro de los otros. No se trata de una mirada morbosa o con connotaciones sexuales, es un patrón comportamental típico y normal entre nosotros los hombres.

Una multitud de opiniones
El artículo de Max Ross en el New York Times es ciertamente interesante como reflexión sobre nuestros comportamientos en ciertos espacios de naturaleza estrictamente masculina, particularmente los relacionados con la desnudez. Los comentarios de parte de los lectores del artículo no se hicieron esperar. Las reflexiones, opiniones y sentencias, tanto de los hombres como de las mujeres son tan interesantes (o más) como el artículo mismo, cuanto más porque reflejan una diversidad de concepciones que van desde lo religioso hasta los moralmente aceptado a nivel social; desde lo que era ampliamente aceptado y normal hace cincuenta o sesenta años atrás, hasta la censura social del cuerpo en la actualidad, particularmente del masculino; desde las bromas ante las situaciones planteadas en el artículo, según algunos, ridículas, hasta las teorías fundamentadas en mayor o menor medida, sobre comportamiento humano. 

He aquí algunos de los comentarios de lectores del New York Times. Seleccioné aquellas opiniones, basadas en la explicación sobre el temor a la desnudez en los vestidores de caballeros, porque me parecieron las más llamativas, muchas de las cuales son de hombres mayores. ¿Será posible que las opiniones que he seleccionado para este artículo sobre el comportamiento en los vestuarios despierten el interés de los lectores de este blog por expresar su visión con respecto a este tema? Te invitamos por lo tanto, amigo lector, a que compartas tus ideas con nosotros:
  • Chris (New York):
"Crecí en una era donde los hombres se sentían confortables estando desnudos juntos, y yo aun camino de esa forma en los vestuarios... En esa época lo normal era andar desnudos y los jóvenes que sentían terror de que alguien los viera desnudos eran considerados personas con problemas... 
... Es posible que los jóvenes de hoy teman que los consideren homosexuales... Un temor más realista es que alguien pueda tomar fotografías con un teléfono móvil y colocarlas luego en Internet, pero, a menos que alguien sea una celebridad, este temor parece más bien una remota posibilidad... o puede ser que la manera de socialización entre los jóvenes sea totalmente distinta hoy en día, inmersos en una sociedad que imagina amenazas de toda índole".

  • Mouse (New York):
"Los jóvenes saben que serán juzgados por otros jóvenes de acuerdo a sus atributos, o la carencia ellos; mientras que los hombres más viejos no suelen ser juzgados por criterios físicos, sino más bien por sus cuentas bancarias". 
  • Martin (Atlanta):
"Interesantes comentarios. Siempre me sorprende que los adultos mayores no sean capaces de entender a las generaciones más jóvenes, dado que ellos mismos fueron los que los criaron y les impusieron las condiciones que causan su comportamiento en la actualidad...
... Las generaciones que actualmente rechazan a las nuevas fueron las que perfilaron al americano actual dado que, a través de las películas, la televisión y las revistas, las imágenes juegan un papel central y nadie que no encaje en esos patrones de belleza (y allí caemos realmente la mayoría de nosotros) implica inconscientemente sentirse inferior. Adicional a esto vivimos en una cultura donde cualquier tipo de contacto físico puede ser malinterpretado y tomado como una ofensa digna de persecución legal. ¿Y entonces ustedes se preguntan por qué los jóvenes se sienten tan incómodos de mostrar sus cuerpos?".  
  • Megan (Canada):
"Una de mis cosas favoritas cuando viví en Japón por un año, fueron los onsen (baños públicos). Qué manera tan fantástica de relajarse y socializar. Particularmente me gustaban los baños orientados al uso familiar. Las familias suelen disponer de una tarde para asistir a ellos: los niños con sus padres, las niñas con sus madres; para luego encontrarse en el comedor y disfrutar de un tazón de tallarines, y quizás una siesta sobre el tatami. Mucha desnudez, pero nada sexual con ello".

  • Dan (Massachuset):
"Tengo 67 años y he asistido a centros de entrenamiento físico por al menos 30 años. Lo que encuentro importante es cuán abochornados se hayan los jóvenes en relación con la desnudez. En vez de secarse en las áreas destinadas para ello, lo  hacen dentro de los cubículos de las duchas en donde difícilmente pueden darse la vuelta. Pienso que esta división generacional tiene algo que ver con nuestro sistema educativo. Recuerdo los vestuarios repletos de estudiantes en la secundaria después de las clases de gimnasia, en donde la desnudez no era considerada gran cosa, pero todo parece que cambió en la década de los 70 y 80 en relación con el espacio privado y las expectativas respecto a la privacidad".
  • Michael Edwards (Florida):
"En una conversación reciente con un buen amigo que trabaja como entrenador en un gimnasio, este me reveló que él ha observado que los hombres invierten bastante tiempo conversando desnudos en los vestuarios en comparación con las mujeres. Y muy frecuentemente incluso más que el tiempo que usan para hacer sus ejercicios. Pareciera que es evidente la necesidad de cierta intimidad en la socialización entre hombres. Yo particularmente siento la necesidad de estar al menos con mis calzoncillos puestos antes de poder exponerme con confianza. Después de eso no tengo límites de conversar lo que quiera". 

  • John Fred Raleigh:
"Es cierto que los hombres gays (casi siempre de manera discreta) observan a otros hombres en los vestuarios y que tal hecho podría explicar la extrema modestia de los jóvenes en sus 20 comparada con las viejas generaciones.
Creo también que la educación que recibimos de nuestros padres con respecto a celar nuestro propio cuerpo y el no permitir que nadie nos toque sin nuestro consentimiento se suma a este fenómeno.
Sin embargo, pareciera que existe otro fenómeno en juego que yo mismo no puedo identificar. Por ejemplo, alrededor de la edad de los cuatro o cinco años, mi sobrino andaba orgullosamente desnudo, tanto dentro de casa como al aire libre... Ahora que tiene ocho, según su padre, se cambia su traje de baño en los cubículos de las duchas o utilizando una toalla y mirando hacia la pared... No entiendo cómo una generación que parece ser más consciente de su sexualidad y más activa que cualquier otra generación de la que tenga memoria, parezca demostrar tanta ansiedad a la hora de exponer su cuerpo en los vestuarios". 
  • Rees Evans (Washington, DC):
"He notado que muchos chicos nacidos en este milenio se sienten tan incómodos en los vestuarios, particularmente comparados con mi generación de mediados del siglo XX. Yo he criado cuatro chicos y todos ellos sufren de esa excesiva modestia en tales ambientes. Ellos nunca se ducharon después de sus clases de educación física en el colegio, y nunca sufrieron el bochorno de un examen físico militar. No hay nada más bochornoso que marchar en un centro de inducción militar con cientos de otros chicos desnudos e inclinarte ante el personal médico para que inspeccionen tu zona anal. Es sin embargo contradictorio que estos chicos del nuevo milenio carguen con todos estos tabúes y aún así sean capaces de tuitear fotos se sus partes privadas".

  • David (Fairfax, Virginia):
"Excelente artículo. Tengo 67 años y voy al gym todos los días con intención de mejorar y superar la expectativa de vida de mis padres. Lo mismo ocurre en mi gimnasio: la cantidad de desnudez que la gente muestra se corresponde con la edad. 
Pienso que la pérdida de las sesiones de ducha luego de las clases de educación física en la escuela, la eliminación del examen físico militar y esa sensación de que la desnudez esta asociada solamente con el sexo, ha llevado a este cambio generacional. Quizás la difusión del porno ha jugado una parte en esto también".
  • Allen Roth (New York):
"No tengo idea del por qué las generaciones jóvenes se han vuelto tan moralista en relación con la desnudez. Cuando iba al colegio y a la universidad, todo el mundo tomaba baños comunales y nadie recapacitaba al respecto, y casi todo el mundo caminaba por los baños y vestidores sin un paño a la cintura. Lo único que se me ocurre es que toda esta cultura del bulling, la ridiculización, las pandillas, la burla y la humillación se ha vuelto demasiado exagerada en comparación con lo que vivimos nosotros en nuestra adolescencia, por lo que los chicos y las chicas han optado por la protección que una toalla alrededor de la cintura, particularmente entre los jóvenes con menos dotación, o aquellos que son muy gordos o fofos".
  • Sas (New York):
"En los años 60, en el liceo de Bayside en el que estudiaba, un plantel con una piscina interna, teníamos que tomar un semestre de clases de natación. Aunque los chicos y las chicas teníamos clases separadas, era una regla que tuviéramos que nadar desnudos. Creo que era porque los adultos pensaban que era más higiénico, aparte de que no querían ropa de natación empapando los lockers. Nadie parecía pararle al respecto. Me pregunto si todavía en ese colegio se sigue practicando de esa manera. En estos tiempos extraños de pudor, lo dudo".

  • Matt (New York):
"Muy buen artículo. Aunque he tenido que presenciar debates entre dos hombres desnudos en los vestuarios, estoy de acuerdo en que los hombres mayores ostentan sus genitales abiertamente, mientras que nosotros los jóvenes escondemos los nuestros bajo nuestras toallas".
  • Adrian (San Francisco, California):
"Es interesante que ninguno de estos comentarios hasta los momentos no hayan mencionado el "meollo" del asunto: los teléfonos inteligentes (más bien las cámaras que vienen con ellos). Más tarde o más temprano, aun las personas más desinhibidas en los vestuarios evitarán estar desnudas en los vestuarios o en cualquier área pública (los baños públicos de los edificios y otros centros comerciales son otros tantos "campos de batalla").
Y con relación al comentario sobre que los vestidores están diseñados para que la gente esté desnuda, ¡falso! ¿En dónde está escrito eso? Para mí, la función de los vestidores es para cambiarse la ropa, almacenar las pertenencias durante el ejercicio, y ocasionalmente bañarse después de las rutinas. La desnudez por un instante en los vestuarios podría ser necesaria en el proceso de vestirse o desvestirse, pero yo llevo ese tiempo al mínimo. Aún más, frecuentemente llego al gimnasio vestido ya con la indumentaria para hacer mi rutina y me salto completamente el paso por el vestidor.
Antes de que alguien me malinterprete: no estoy en contra de exponerme desnudo en público. Pero considero que yo (y mucha gente que conozco) detestamos ver (o ser forzadas a mirar) a otras persona desnudas. Estas son cosas que podemos hacer con algunos (pero no todos) amigos y miembros de la familia. Así que, cuando un payaso insiste en estar completamente desnudo para que todo el mundo lo vea, tendemos a evitar que esa imagen entre siquiera en nuestras mentes". 

  • D (Los Ángeles, California):
"Se trata de un tema estrictamente cultural de esta época. En los Estados Unidos, los hombres jóvenes han crecido en un ambiente donde no experimentaron el nudismo en comunidad. Dado que soy profesor de colegios y liceos, yo creo que gran parte de esto es debido a un temor (irracional) a que los chicos sean observados por gente gay. Es absurdo pero muchas de las reglas que rigen la mente de los jóvenes no se ajustan a la realidad.
En los años 70 este temor no era importante, además que existía una mayor experiencia en cuanto a estar desnudos en los vestidores. Pero actualmente, observando a los jóvenes actuar de una manera tan puritana en el gimnasio, colocándose sus interiores bajo el paño, me pregunto si el porno tiene algo que ver. De alguna manera ellos asocian la desnudez y el sexo como algo que van necesariamente de la mano.
Su puritanismo representa un cambio cultural del cual ellos son parte y sobre el que no tienen control, pero me pregunto si eso indica, de alguna forma, una pérdida total de su autoestima; la incapacidad de aceptarse por ser justo lo que cada uno de ellos es en ese particular nivel de desnudez y entre otros hombres. Esta es la corriente del metrosexual".  

  • Thom McCan (New York):
"Muy dentro de las vísceras ustedes saben que de lo que se trata todo esto es de puro exhibicionismo, de la peor calaña".
  • Sarah D. Montague:
"Ustedes y yo crecimos en un tiempo donde los periódicos no estaban repletos de reportes sobre abusos sexuales y los niños eran mucho más libres de ir a ciertos lugares por ellos mismos. Ya desde comienzos del primer grado, yo caminaba a la escuela sola, que quedaba a poco menos de media milla. Todos lo hacíamos. No sorprende que los jóvenes de hoy en día hayan crecido entre adultos mas conscientes y sobreprotectores".
  • Scientella (Palo Alto):
"La desnudez en nuestra sociedad, correcta o erróneamente, significa sexo. No se trata de una opinión personal el asociar la desnudez con el sexo. Esa asociación ya ha sido elaborada. Yo he asistido a playas nudistas alrededor del mundo. En Alemania en particular, el FKK Frei Korper Kultur significa que cuando se anda en un parque en verano es posible que puedas ver un hombre desnudo parado en medio del camino. Ahora, si toda esta desnudez fuera solamente por sentirse libres, por la buena sensación del sol en el cuerpo, o como una demostración de  ser desinhibido, entonces yo podría comprarla. Sin embargo, en toda reunión nudista hay una tendencia a la depredación (acoso) sexual, al exhibicionismo sexual o aún otras cosas más". Así que no me llamen puritana, solo que este nudismo no es lo que se supone que debe ser, es más bien todo lo opuesto a algo liberador".

  • RK, un americano en Alemania (Bamberg, Alemania; en respuesta al comentario anterior):
"Disculpa pero no estoy de acuerdo con todo tu argumento. Hay una o dos personas en la multitud que asocian la desnudez con el sexo, ¿y qué? Por favor, no generalices basada en eso. Yo vivo y trabajo en Alemania. Los saunas de algunos de los baños termales en toda Alemania son mixtos y la desnudez es la norma. Allí puedes ver cuerpos con todo tipo de formas y grados de "dotación". Allí asiste gente de todas las edades y sí, también niños acompañados por sus padres o abuelos. Para mí, esto significa salud emocional y psicológica, mucho mejor que mi propia experiencia cuando yo era niño. Antes de descalificar, experimenta primero. Realmente es liberador sentir el viento y el sol sobre mi cuerpo y nadar libremente en el agua. Esta es una de las razones por las que viajo cada verano a las maravillosas playas del Mar Báltico".
  • Hazlit (Vancouver, Canada, en relación con el comentario de Scientella de Palo Alto):
"Aunque no estoy en desacuerdo con el punto de vista de Scientella, en relación a que la sexualidad y la desnudez van de la mano, pero ¿por qué tiene que ser esto catalogado automaticamente de "depredatorio"? El sexo y la desnudez son AMBOS partes normales del comportamiento humano. Si un hombre tiene una erección en un vestuario lleno de otros hombres (lo cual es muy poco probable) ¿como podría ser eso depredador?".


Fuente consultada:

6 comentarios:

  1. Hola, el articulo esta muy bueno, a mi me paso una cosa muy extraña en el gimnasio, yo iba saliendo de la ducha con mi toalla puesta y en eso entra un joven igual que yo casi de la misma edad 24 o 25 y yo para ponerme la ropa interior me doy una ultima secada por las piernas y me quedo desnudo por unos segundos mientras me seco y me pongo la ropa interior, en eso me dice el chico " si vuelves a hacer eso te doy un golpe" yo me quede sorprendido y hasta risa interna me dio , solo estuve como 10 segundos desnudo y se molesto mucho, porque habra personas asi tan cerrados, yo ni lo estaba mirando, acaso el no podia voltearse y listo no me ve :S

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  2. ¡Tu experiencia es muy significativa amigo! No sé en qué país vivas, pero lo que parece evidente es cómo la sociedad, al menos la latina y norteamericana, se vuelve más y más intolerante con algunas situaciones que, al contrario, deberían ser parte normal y natural de nuestro comportamiento: por un lado el temor exagerado a la desnudez, como si el cuerpo humano fuera objeto de repudio y pecado; y por el otro la intolerancia. A nadie se le obliga a hacer cosas que no quiera hacer, pero al menos debería existir el respeto a las formas de actuar de los demás, sobre todo porque no son de ninguna manera comportamientos condenables ni mucho menos inmorales.
    Es casi seguro que ese comentario que te hizo ese muchacho no lo hubiera hecho a una persona mayor que él. Yo creo que los más adultos tenemos mucho ejemplo que dar a las nuevas generaciones, y los padres mucho que enseñar a sus hijos; sobre todo en lo concerniente a la aceptación de su propia corporalidad y la de ver el cuerpo de las personas como algo natural. Cuando los padres (y ahorita me refiero a ambos sexos) podamos mostrarnos ante nuestros hijos pequeños tal cual somos, o compartir con ellos un baño familiar, dejando que ellos satisfagan su curiosidad natural ante la desnudez y respondiendo acertivamente sus preguntas e inquietudes sobre el cuerpo, es seguro que tendrán un desarrollo más armónico, sano y natural de su cuerpo, y lo verán como el verdadero templo de su alma y espíritu. Un abrazo y gracias por expresarte.

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  3. Aquí en Venezuela, la cultura es muy distinta.. La sociedad ha categorizado la desnudez como algo depravado y hasta inmoral, aquí no se ven duchas o vestuarios donde se pueda quedar en completa desnudez; y cuando se habla del tema lo toman como tabú.. En mi opinión, y apesar de ser un joven de 24 años de edad y haber nacido en un lugar así, no lo tomo por esa parte.. Eso es algo tan natural como tomar agua, presentarnos sin nada que nos oculte del otro.. Aunque sólo estemos allí para cambiarnos o ducharnos

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    1. Efectivamente amigo. Normalmente se toma la desnudez como un tabú, aún cuando en los vestuarios nadie va a decir nada si uno se baña desnudo y luego sale al banco para vestirse. Pero es evidente un pudor exacerbado particularmente de parte de los adultos más jóvenes. En la medida en que nos acostumbremos a asumir la desnudez como algo natural y transmitamos esa condición a los niños, ellos crecerán con una conciencia menos reprimida a este respecto. Y esto seguro que redundará en una mayor aceptación de sí mismos y de su propio cuerpo. Claro que esta es una labor particularmente de los padres de los menores.
      Saludos mercurianos.
      J.L.

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  4. Aqui en Costa Rica los jovenes tambien ocultan su desnudez ya sea vistiendose en la ducha, o haciendo mil maromas debajo de la toalla mientras la traen puesta para ponerse su ropa interior; la mayoria de los señores muy mayores y algunos de los medianamente maduros andan desnudos sin problemas en eternas conversaciones en la que todo les cuelga a la vista de los demás

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  5. si se me erectó el pene frente a otro hombre, ese otro si se ofiende ¿qué indica? que ese otro siente en riesgo su ano, por eso se defiende diciendome "maricón"?

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