En la actualidad, una práctica que ya ha sido validada como beneficiosa para las personas y que no debe suponerse que se restrinja solamente a la adolescencia, sigue siendo sin embargo motivo de bochorno, burla, clandestinidad e incluso rechazo encarnizado por parte de la población adulta. Nosotros los adultos, al condenarla socialmente, nos perdemos de sus beneficios; los que la practicamos en la clandestinidad simplemente la ignoramos cuando se habla de ella. Para nosotros la masturbación parece ser sin duda la "oveja negra" de las prácticas sexuales.
Jon Knowles, en su artículo para la Planned Parenthood Asossiation of America, titulado Masturbación: del estigma a la salud mental, analiza, en la última parte de su informe, las conductas de los adultos en torno a esta práctica, y menciona además los beneficios que la misma conlleva si se asume como parte natural de la sexualidad de los adultos. He aquí una adaptación de su trabajo, eliminando las referencias bibiográficas dentro del texto y adaptando su contenido a los propósitos de este grupo:
La masturbación en la vida adulta
por Jon Knowles
La
masturbación puede servir como preparación para las relaciones sexuales
adultas y maduras con una pareja, pero también puede proporcionar a las
personas maduras una fuente de placer y satisfacción sin tener en cuenta su
edad. Aproximadamente 70% de los hombres de entre 25 y 30 años de edad y más
de 50% de las mujeres de entre 30 y 40 años se masturban. En realidad, las
mujeres y hombres desde sus primeros años de vida adulta (18–24) hasta la mediana edad (54–59)
muestran más probabilidades de masturbarse que las personas de otros grupos
etarios.
Las personas que tienen una pareja sexual estable, viven con su pareja sexual y/o están casadas muestran más probabilidades de masturbarse que las personas que no tienen pareja sexual o viven solas. Esto refuta la teoría de que masturbación en la vida adulta indica fracaso sexual por falta de capacidad para encontrar una pareja sexual o que la masturbación es una conducta exhibida solamente por las persona que no tienen pareja o se privan de la vida sexual por otro motivo.
Las
principales razones que dan los adultos para explicar su masturbación son la
de aliviar la tensión sexual, obtener placer físico, obtener placer sexual
cuando la pareja no está disponible y como forma de relajación. En los
adultos mayores, la masturbación puede servir como fuente principal de
expresión sexual, especialmente cuando su pareja está enferma o ausente por
muerte o divorcio.
Beneficios
de la masturbación para la salud
Muchos
profesionales médicos y sexólogos han informado que “el sexo individual”, “el sexo para uno”, “el auto amor” y “el auto placer” pueden
ser beneficiosos para la salud física, emocional y sexual, así como también
para el bienestar de las relaciones con las demás personas. Han demostrado que
la excitación y el orgasmo producido por la masturbación pueden:
- Aliviar el estrés
- Aliviar la tensión sexual
- Proporcionar placer sexual e intimidad antes de que la pareja esté lista para las relaciones vaginales, anales u orales
- Funcionar como una forma de relaciones seguras o relaciones sin penetración para reducir el riesgo de enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados
- Proporcionar placer sexual a las personas que no tienen pareja, incluyendo las personas mayores
- Proporcionar una liberación de la energía sexual a las personas que desean abstenerse del coito por embarazo, menstruación o enfermedad de la pareja
- Proporcionar a las personas la oportunidad de aprender cómo desean ser tocadas y estimuladas
- Inducir el sueño
- Prevenir en forma indirecta las enfermedades y desarrollar defensas para las infecciones aumentando la cantidad de glóbulos blancos y renovando la circulación de las hormonas
- Fortalecer el tono muscular en la zona pélvica y anal, reduciendo las posibilidades de pérdida involuntaria de orina
- Aumentar la irrigación sanguínea en la región genital
- Estimular la producción de endorfina, permitiendo un mejor metabolismo del oxígeno y un funcionamiento celular más eficiente en todo el organismo
- Crear una sensación de bienestar
- Mejorar la autoestima
- Permitir mayores niveles de satisfacción conyugal y sexual
- Proporcionar tratamiento para la disfunción sexual
La masturbación en el tratamiento de la disfunción sexual
La
masturbación se utiliza con frecuencia como técnica terapéutica para superar
la disfunción sexual. En algunos hombres, la práctica de la masturbación
puede favorecer el control de la eyaculación y prevenir la eyaculación precoz.
En otros, la masturbación puede servir como terapia para la eyaculación
tardía.
Culpa
y masturbación
A
pesar de los beneficios de la masturbación, muchas personas siguen sintiendo
culpa o vergüenza con relación a esta práctica. Aproximadamente 50% de las
mujeres y 50% de los hombres que se masturban se sienten culpables por hacerlo.
En la práctica, la mayoría de las mujeres y hombres que se masturban tienen
sentimientos encontrados con respecto a proporcionarse placer a sí mismos. Si
bien la masturbación es la forma más segura de gozar del sexo, los
sentimientos negativos que están asociados con esta práctica pueden
perjudicar la salud y el bienestar personal.
Aunque
se han desacreditado la mayoría de los mitos relacionados con la masturbación,
el estigma continúa y muchos se preocupan por masturbarse “demasiado”. En
general, no existe la masturbación excesiva, salvo que resulte sintomático de
trastornos obsesivo compulsivos. Los síntomas de este trastorno se manifiestan
como conductas reiteradas que consumen tanto tiempo que interfieren con la
rutina normal, las ocupaciones, la vida social y las relaciones de una persona.
Las
conductas repetitivas que se asocian más comúnmente con los trastornos
obsesivos compulsivos que con la masturbación, son lavarse las manos, contar,
verificar si todas las llaves de la estufa u otro aparato están apagadas y la
limpieza excesiva. Las conductas llevadas a cabo para evitar o para reducir la
ansiedad y el estrés, incluyendo la masturbación, no se consideran
sintomáticas de un trastorno salvo que interfieran con la vida diaria,
personal y/o profesional de una persona y le impidan el cumplimiento de sus
compromisos y responsabilidades.
Las
personas que tienen sentimientos positivos con respecto a su cuerpo, el sexo y
la masturbación tienen mayores probabilidades de protegerse contra las
enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no deseados y el abuso
sexual. Una de las formas más importantes de aprender sobre nuestra sexualidad
es a través de la masturbación. Todos tenemos el deseo natural de conocer
nuestros cuerpos. Aprendemos de nuestra propia experiencia con nuestros cuerpos
y mentes lo que nos gusta, lo que no nos gusta, cuándo y cómo nos gusta que
nos toquen, lo que nos desmotiva y lo que nos excita. La masturbación es la
forma más común de disfrutar del sexo. Puede favorecer nuestra salud física,
mental y sexual. Al aumentar nuestro conocimiento sobre nuestras preferencias sexuales,
posibilidades y limitaciones personales, la masturbación puede prepararnos
para realizar opciones sexuales más convenientes y responsables.
Fuente consultada:
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