jueves, 5 de abril de 2012

Los fetiches del hombre (2da parte)

Fetichismo y sexualidad
Aparte de su connotación etnográfica y sociológica, en la actualidad el fetichismo se entiende como una conducta sexual, dentro de la cual el impulso sexual se dirige hacia un objeto inanimado tangible y manejable. A nivel general, el fetichismo sexual se considera una práctica inofensiva, salvo en el caso de que provoque malestar clínicamente significativo, o problemas a la persona que lo padece o a terceros, pudiendo en este caso llegar a considerarse un trastorno patológico propiamente dicho. Cuando esta conducta se vuelve obsesiva y no incluye otro tipo de actividades sexuales, se considera una desviación sexual asociada con las parafilias, que consisten en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo solamente a través de un objeto, sustancia o parte del cuerpo en particular.
El DSM IV lo clasifica como enfermedad siempre y cuando sea una conducta recurrente durante al menos seis meses, necesaria para la excitación sexual y que afecte la vida íntima y social del sujeto. En el caso de que ésta no afecte la vida íntima social de la persona, se considera simplemente como una manifestación de su sexualidad.
Los fetiches pueden ser muchos y muy variados, algunas veces es una prenda íntimamente en contacto con la piel, entre los que se encuentran los sostenes, ropa interior, medias, zapatos u otra prenda de vestir, y en otras ocasiones, son partes inanimadas del cuerpo. El diagnóstico sobre los fetiches como desviación sexual no aplica cuando el objeto es un estimulante genital, debido a que ha sido diseñado especialmente para este propósito, por ejemplo un vibrador.
La fijación de un objeto como fetiche se hace más bien con base en objetos que no necesariamente deben estar asociados a un fin sexual. La excitación sexual, al observar o manipular objetos inanimados, por lo general va acompañada de la masturbación. El acto sexual se transfiere al objeto, íntimamente ligado al cuerpo. Se distinguen varias graduaciones para el fetichismo, que van desde la simple preferencia por el objeto fetiche dentro del acto sexual, hasta la completa sustitución del compañero por el fetiche.
Manifestaciones conductuales
Durante la conducta sexual solitaria, el fetiche se lleva puesto, se huele o se frota contra los genitales. Los objetos fetiches más frecuentes suelen ser elementos de vestir masculinos y femeninos, incluyendo pantaletas, sujetadores, calzoncillos, guantes, medias, minifaldas, zapatos, botas, bañadores, ropa deportiva e incluso delantales, capas y pañuelos. Hay que destacar que, para el fetichista, estos objetos suelen ser mucho más excitantes si ya los ha llevado puestos la persona. Y aunque estos objetos pueden resultar excitantes para muchas personas porque proyectan una imagen mental del cuerpo de la persona, para el fetichista, en cambio, el objeto puede llegar a ser mucho más excitante que la persona en sí.

Algunos ejemplos de fetichismos sexuales
  • Excitación por los uniformes militares y de cuerpos de seguridad.
  • Excitación por usar ropas y objetos de bebe, sentirse como tal y ser tratado como tal (infantilismo psicosexual, en inglés adult baby).
  • Excitación por partes del cuerpo (parcialismo), por ejemplo, excitación por el cuello, el torso, las manos, los pies, las axilas, etc.
  • Excitación por los vellos corporales (hirsutofilia).
  • Excitación por personas practicando el contorsionismo.
  • Excitación por el color negro.
  • Excitación por los tacones de aguja.
  • Excitación por la ropa de cuero.
  • Excitación por la ropa formal.
  • Excitación por las botas y calzado de mujer.
  • Excitación por los guantes o delantales, capas, etc.
  • Excitación por la ropa interior.
  • Excitación por las pantimedias.
  • Excitación por las mujeres que se descalzan en sitios públicos, también conocido como shoeplay.
  • Excitación por usar chalecos de diversas texturas.
  • Excitación por la menstruación y objetos relacionados con esta (menstruofilia).
  • Excitación por los excrementos humanos (coprofilia).
  • Excitación por las manos femeninas y masculinas.
  • Excitación por la música (melolagnia).
  • Excitación por la sangre o la violencia.
  • Excitación por la saliva.
  • Excitación por las cosquillas.
  • Excitación por las esposas o grilletes.
  • Excitación por la gente fumadora (capnolagnia).
  • Excitación por el cuello femenino (tráquea tragando o moviéndose).
  • Excitación por mujeres en estado de embarazo.
  • Excitación por los globos de caucho (balloon fetish).
  • Excitación por vestirse con ropa hecha de látex.
  • Excitación o gusto por personajes de caricaturas o dibujos animados gordos (fatfurs).
  • Excitación (en los hombres) por verse o fantasear que se es mujer (autoginefilia).
  • Excitación por personas con disfraces (como enfermera o payaso, por ejemplo.).
  • Excitación por aromas de una persona.
Diagnóstico diferencial
Es necesario saber diferenciar el fetichismo de la conducta común, por ejemplo, es agradable ver a una mujer que lleva puesta una minifalda, o un escote que muestra una parte de los senos. Esto no podría considerarse fetichismo, pues el estímulo se produce por el erotismo que estos objetos causan al ocultar partes verdaderamente sexuales, las cuales son los verdaderos objetos de atracción.
En el caso del fetichista, lo excitante sería, por ejemplo, la falda usada por aquella persona, las botas, pañuelos o en general objetos o partes del cuerpo (a excepción de los genitales) sin las cuales el fetichista no lograría alcanzar satisfacción sexual.

Un ejemplo de fetichismo sexual: la podofilia
La podofilia es un pronunciado interés fetichista en los pies humanos. Es también uno de los fetichismos más comunes en los varones. El fetichismo del pie en mujeres es un comportamiento sexual apenas estudiado.
Conviene aclarar que si bien usualmente se utiliza el término fetichismo, muchos autores prefieren emplear el más apropiado de "parcialismo". Esto es así porque la palabra fetichismo hace referencia a fijaciones sobre objetos y/o materiales, es decir, sobre cosas no vivas. En cambio, cuando la fijación erótica se proyecta sobre partes del cuerpo humano se trata de parcialismo, ya que el placer sexual se obtiene por la reducción de todo el cuerpo a una de sus partes (a diferencia de lo que ocurre con el fetichismo, donde el placer se obtiene fuera del cuerpo). De acuerdo con esta definición entonces, fetichismo y parcialismo son dos clases diferentes de las llamadas en términos psicológicos "parafilias" y deben recibir un tratamiento diferenciado por parte de la psicología y la sexología.
Un fetichista del pie se puede excitar sexualmente al ver, tocar, acariciar, chupar, oler, lamer o besar los pies de otra persona. Aunque el fetichismo de pies no debe ser confundido con el fetiche por el calzado, existe una relación íntima entre ambos, ya que gran parte de los fetichistas de pies perciben de manera erótica el calzado abierto femenino o masculino. De la misma manera que la indumentaria y la lencería erótica (tangas, cola-less, pantaletas, micro-bikinis, escotes, minifaldas, etc.) resaltan los atributos del cuerpo de la mujer convencionalemente aceptados por la sociedad como sexuales, para un fetichista de pies el uso por parte de una mujer con bellos pies de calzado abierto (sandalias, peeptoes, ojotas, etc.) así como otros elementos (esmalte en los dedos del pie, anillos podales, tatuajes, collares en los tobillos, etc.) resultan muy estimulantes desde el punto de vista erótico. Muchos fetichistas de pies prefieren ver a una mujer caminando descalza por ejemplo, en la calle u otros lugares públicos, y sobre distintas superficies y texturas. A esta variante se le denomina Aretifismo.
Una explicación del neurólogo Profesor Vilayanur S. Ramachandran enfatiza el hecho de que el pie y los genitales ocupan areas contiguas en él córtex somático-sensorial, posiblemente habiendo enlaces entre los dos. Otra teoría defiende que la forma del pie es visualmente similar a las curvas encontradas en el cuerpo humano, particularmente a las caderas femeninas (de nuevo explicando la tendencia de que los fetichistas de pie sean principalmente varones). 

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