domingo, 24 de marzo de 2013

El gimnasio y el culto al cuerpo masculino en la antigua Grecia

Antecedentes de la actividad atlética y deportiva
Es posible aseverar que las motivaciones de las actividades atléticas y la cultura física, que en el transcurso del tiempo histórico devino en las prácticas deportivas, tuvieron sus antecedentes, muy posiblemente, en los rituales previos a las luchas o el emular la guerra de los dioses contra los poderes del mal entre las tribus primitivas; o incluso como una manera de canalizar, de alguna manera, las necesidades de los hombres de expresar su carácter violento y competitivo. 
Los antropólogos deducen que en el momento de la competencia, particularmente en los deportes de grupo, se emula la lucha entre dos tribus o clanes; pero en este caso, el enfrentamiento entre los bandos se realiza gracias al acatamiento estricto y consensuado de ciertas reglas. A diferencia de la guerra ancestral entre dos facciones, donde los vencidos son exterminados o sometidos a la sumisión e incluso a la esclavitud, en la competencia deportiva se reconoce la supremacía técnica del trabajo de equipo del vencedor y los honores se difunden como una energía contagiosa entre los pertenecientes al grupo social de donde provino el equipo deportivo; por su lado, el equipo vencido se lo trata con los honores propios de un contendor de altura y calidad técnica, sin cuyo encuentro no hubiera tenido lugar la victoria. A nivel fisiológico se ha comprobado un aumento en los niveles de testosterona de los ganadores, efecto contrario entre los vencidos.

Para Stump, Cozens y Dunlap (1975), los deportes entre sociedades ancestrales como la de los maoríes, los fidjis o los samoanos se vinculan a:
  1.         Entrenamiento para guerras y contiendas
  2.         Desarrollo de habilidades especificas
  3.         Ser eficaces en el sostenimiento de reglas
  4.         Cubrir recreaciones personales y sociales
  5.         Promover la comunicación, la lealtad y la solidaridad de las tribus
  6.         Sublimar actividades competitivas agresivas para mantener el equilibrio social
  7.         Sostener la salud y la confianza en sí mismo
  8.         Fomentar lo placentero y la alegría del vivir
  9.         Mostrar el arte que deviene del cuerpo en movimiento
  10.         Educar a los más pequeños y a los jóvenes
  11.         Sostener tradiciones
  12.         Mantener y mejorar las pautas morales
  13.        Obtener honores y consideraciones por parte de la comunidad a la que pertenecen y a otras
  14.        Servir para el ingreso a la edad adulta, entendiendo a ciertos deportes como ritos de iniciación o ante nacimientos, casamientos o muertes
  15.        Propiciar a los dioses
  16.        Mantener el honor de la nación
  17.        Acceder a experiencias mítico-ascéticas
  18.        Honrar a los más viejos y recordar a los ancestros

Históricamente quizás la civilización que más desarrolló la idea de la competencia deportiva, para lo que requerían de una estricta formación física y atlética, fue Grecia: los jóvenes se preparaban durante buena parte del año para luego competir y representar a sus respectivos pueblos en diversas categorías deportivas. Las distintas ciudades estado, independientes unas de otras en cuanto a su sistema legal y civil, se identificaban como un conjunto de pueblos típicamente griegos en estas competencias, donde no estaban invitados pueblos con otras costumbres u otras lenguas.

Entre los juegos más famosos en la antigua Grecia estaban los juegos olímpicos de Olimpia y los juegos pitios de Delfos (que se celebraban cada cuatro años), o los juegos nemeos de Argolis y los ítsmicos de Corinto (que tenían lugar cada dos años). Esta clase de competencias, para rendir culto a los dioses del panteón griego, eran tan importantes que las guerras se dejaban de lado durante el tiempo en que duraban los juegos.

El gimnasio y la palestra en la antigua Grecia
Es obvia la tremenda admiración que los griegos de la antigüedad profesaban al cuerpo humano, particularmente reflejada en la perfección de su estatuaria de dioses y héroes. Este culto a la corporalidad necesitó de una dedicación especial para ejercitarla y cultivarla, y para ello, las ciudades estados se apoyaron en el soporte que les brindaron sus gimnasios.


El gimnasio fue el recinto, así como la institución creada sobre él, dedicada a la instrucción principalmente física, pero también espiritual de sus niños y jóvenes varones. Era la instalación típica de entrenamiento de los atletas en su preparación para los juegos públicos a la que solamente podían asistir y participar los hombres libres de la ciudad estando las mujeres totalmente excluidas. Algunos de los deportes que se efectuaban en el gimnasio eran: carrera, lanzamiento de disco, salto de longitud, lucha, pancracio y pugilato.

El gimnasio posteriormente evolucionó y se diversificó en un recinto que, además de ser utilizado para ejercitarse, servía como baño comunal, centro de estudios y punto de reunión para filósofos y pensadores. Se utilizó incluso como un espacio para socializar entre hombres y para la reunión de grupos de jóvenes y adultos con ideas comunes.


Por su parte, la palestra era la escuela y el recinto de lucha y boxeo de la antigua Grecia, el tipo de deporte más cotizado por los griegos porque además acondicionaba físicamente a los hombres para el arte de la guerra. La palestra podía funcionar independientemente o como parte de los gimnasios públicos. Una palestra podía funcionar sin pertenecer a un gimnasio, pero ningún gimnasio podía existir sin tener una palestra. Estos centros de entrenamiento: el gimnasio y la palestra, estaban bajo la protección de dioses o héroes especiales, como Hermes, Heracles o Teseo.

Etimología de la palabra gimnasio
A pesar de las connotaciones que actualmente tiene el gimnasio, asociadas principalmente al recinto donde se realizan actividades que tienen relación con la ejercitación física y el cultivo del cuerpo, la palabra proviene del latín gimnasium, que a su vez deriva del vocablo griego gymnasion, palabra con la que se designaban las actividades y el sitio donde se entrenaban los jóvenes en la antigua Grecia.


Gymnasion tiene a su vez, como raíz, la palabra gymnos (γυμνός), cuyo significado literal es "desnudez", pero está también relacionado con el verbo gymnazein, cuya acepción particular es "hacer ejercicio físico". Este verbo tenía este significado porque era natural y obvio, en aquella época, que para ejercitarse físicamente había que hacerlo desnudo, una práctica que, además, daba mayor realce a la belleza de la figura masculina, aparte de que representaba un tributo a los dioses. Además, según algunos expertos, se piensa que este comportamiento de realizar el entrenamiento y las competencias deportivas en completa desnudez, derivó de las antiguas iniciaciones de los jóvenes a la etapa adulta.

Una tradición basada en el culto a la belleza masculina
Desde sus inicios, la vida del gimnasio giraba en torno a la preparación de los jóvenes libres para las distintas pruebas atléticas, como parte esencial de las costumbres sociales y espirituales del pueblo griego. Estas pruebas eran realizadas en fechas específicas del año, en varias ciudades-estado, como tributo a sus dioses y héroes, o también como parte de rituales fúnebres en honor de personas eminentes. Los campeones de tales celebraciones no eran premiados con dinero, joyas ni trofeos materiales, suficiente recompensa constituía el honor y el respeto de los ciudadanos de los pueblos a los que ellos representaban, y su triunfo era en realidad percibido como el triunfo de toda la ciudad-estado.

La costumbre de ejercitarse y competir en la completa desnudez tuvo sus inicios al parecer en el siglo VII a.C., una costumbre al parecer espartana, con fuertes rasgos de erotización de la anatomía masculina. Esta admiración por el cuerpo desnudo, especialmente el masculino, adquirió niveles de culto, y el gimnasio era su templo. El cuerpo definido y musculosamente trabajado de los atletas, era exhibido en todo su magnificente esplendor dentro del recinto. Los jóvenes atletas acostumbraban a aceitarse el cuerpo para lucir su piel brillante y definida en pleno día; una práctica bastante costosa para el gimnasio y en la que se invertía la mayor parte de sus fondos.

Esta fascinación por la estructura corporal masculina estuvo muy asociada con la introducción de la pederastía como institución: una compleja práctica social entre hombres, en la que los jóvenes adolescentes recibían los favores, la instrucción y el mecenazgo de los adultos; una tradición igualmente espartana que se difundió rápidamente en el resto de las ciudades-estado griegas.

Estructura arquitectónica al servicio de la salud
En un principio, los primeros gimnasios fueron simples áreas de terreno, una sencilla ágora (especie de plaza abierta), debidamente zonificada para la práctica de las diferentes disciplinas físicas. Estas quedaban normalmente fuera de los muros de la ciudad debido al gran espacio que se requería para las prácticas físicas. Posteriormente se construyeron alrededor estructuras arquitectónicas más sofisticadas, hasta llegar a salas cubiertas, exedras, pasillos y pórticos columnados, baños y zonas para practicar con clima adverso.

Ya en la época clásica, los gimnasios podían contar con las siguientes dependencias:
  • el epistasion (sala de vigilantes)
  • el apodytérion (vestuario)
  • el loutrón (sala para lavarse)
  • el konisteion y el alipterion (donde los atletas se embadurnaban el cuerpo con polvos, aceites o esencias)
  • el sphairisterion (donde se practicaba el juego de pelota y el pugilismo)
  • el korykeion (para entrenarse con un pesado saco de arena)
  • el pyraterion (baño con agua caliente y vapor)
  • el propnigeion (sala para calentar el agua)
  • el xustós (pista cubierta con pórticos, bajo los cuales los atletas se ejercitaban en invierno)
  • la paradromis (pista descubierta)
Además, era prácticamente obligatoria una palestra propiamente dicha, en donde se ejercitaban en la lucha y el pugilato, también grandes alamedas con terreno natural para las carreras, el gramateo o lugar en donde se conservaban los archivos atléticos y el efebo, donde los jóvenes iban por la mañana para ejercitarse al abrigo de las miradas del público.

Vida y costumbres alrededor de los gimnasios de Atenas
Al igual que la mayoría de las más importantes ciudades de Grecia, los gimnasios estaban ubicados en las afueras del poblado, normalmente cerca de una arboleda, lo que brindaba un ambiente fresco para el ejercicio físico y otras actividades. En Atenas existían tres grandes gimnasios:
  1. La Academia, que inicialmente fue un terreno pantanoso;
  2. El Liceo, situado en las márgenes del río Iliso;
  3. El Cinosargo, situado en la colina del mismo nombre.


Las responsabilidades propias de los gimnasio atenienses recaía en diez personas, los gimnasiarcas, elegidos de entre las diez familias principales de la ciudad y que eran remplazados anualmente; cargos de mucho prestigio en la época clásica griega. Entre sus tareas estaban:
  • mantener y decorar los recintos del gimnasio,
  • asegurar el entrenamiento y la motivación de los atletas para las competencias anuales, y
  • coordinar los juegos atenienses.
A los niños y jóvenes se los agrupaba según rangos de edades y eran entrenados de acuerdo a sus capacidades. Los paedrotribae (pedotribas), y los gymnastae eran los adultos responsables de enseñar las técnicas de las distintas disciplinas atléticas, así como de elegir los ejercicios adecuados conforme a la edad de los chicos. Los gymnastae también eran responsables de monitorear la salud de sus pupilos. Otro grupo de adultos con conocimientos médicos, los aleiptae, aceitaban el cuerpo de los jóvenes a la vez que administraban cualquier medicamento prescrito ante cualquier quebranto en la salud.
El gimnasio como centro de la cultura física, el saber y las artes
Los gimnasios de la antigüedad griega pronto se transformaron en más que espacios donde se realizaban ejercicios. Con el avance arquitectónico, pasaron a ser edificaciones muy sofisticadas, con columnatas, recintos, puertas y paredes pintadas, y la vida social masculina comenzó a diversificarse. Este desarrollo se dio por la estrecha relación que los griegos establecían entre el atletismo, la educación y la salud: el entrenamiento físico y la conservación de la salud y la fuerza eran partes sustanciales de la educación de los jóvenes.

Salvo el tiempo dedicado a las letras y la música, que podía impartirse en otras partes de la ciudad, la instrucción de los niños se daba mayormente en el gimnasio, donde también se les inculcaban bases de moral y ética. Los filósofos, sofistas y retóricos se daban cita allí con sus discípulos, muchos de los cuales podían ser también atletas, para sostener discusiones y realizar lecturas de discursos.

Un espacio para exaltar la belleza del cuerpo masculino
Son muchas las opiniones, algunas en franca pugna, sobre las comparaciones entre las costumbres particulares de los griegos antiguos y las sociedades modernas. En relación con el tema de este artículo, la aparente obsesión, rayana en culto, por el cuerpo humano, fijó las normas estéticas de la corporalidad que, en el caso del hombre, han perdurado hasta nuestros días. Sin embargo, algunos críticos modernos, opinan que este comportamiento de los griegos respecto a la desnudez rayaba en el exhibicionismo y la vanidad propia de esa cultura. Esta es, en mi opinión, una crítica muy sesgada en relación con las prácticas sociales de este u otros pueblos de épocas históricas: la visión del hombre occidental moderno está fuertemente influenciada por siglos de adoctrinamiento judeo-cristiano, donde la simple exhibición del cuerpo se ha considerado una práctica pecaminosa de entrada. En opinión de los griegos de la antigüedad clásica "solo los bárbaros temen mostrar sus cuerpos".

Lo que para el hombre moderno podría considerarse un exhibicionismo, para el griego antiguo era simplemente una forma de mostrarse ante los demás en su más natural corporalidad, una exhibición, con orgullo, de sus atributos masculinos; hecho que, sin ningún sentimiento de pena o pecado, suscitaba de manera natural la admiración de otros hombres. Mostrarse desnudos no fue algo que realmente los preocupara sobremanera, la desnudez formaba parte de un patrón comportamental que les permitía relacionarse socialmente, particularmente entre hombres. Esta acreditación se ve reflejada en la inmensa mayoría de la estatutaria masculina griega, donde se representa a los dioses y héroes desnudos o con atuendos que los acercan más bien a la desnudez porque destaca su corporalidad. Para los griegos, los hombres corporalmente bien formados, gracias al entrenamiento arduo en el gimnasio, imitaban la belleza divina de sus dioses.
 



2 comentarios:

  1. Excelente que buen articulo donde le da a uno, una idea de como se manejaba la ideologia de esa epoca, aparte del conocimiento general que otorga

    ResponderBorrar
  2. Es increíble cómo la civilización moderna, especialmente la occidental, está fuertemente influenciada por esos elementos tan antiguos de la civilización griega. Ahora, cada vez que voy a mi gimnasio, no dejo de pensar en que inicialmente era un centro de entrenamiento (tal como lo es ahorita), pero cuyo concepto deriva de la desnudez. Pero, aunque el cuerpo es ciertamente el objeto de trabajo en los gimnasios antiguos y actuales, actualmente las personas (por presión social y educación cultural), a diferencia de los griegos, tratan la desnudez como un tabú...
    José L.

    ResponderBorrar

Valoramos la tolerancia a la diversidad de opiniones. Agradecemos tus comentarios respetuosos, asertivos y constructivos