sábado, 3 de julio de 2010

La masturbación masculina



La masturbación un tabú que esta rodeado por el miedo, asco, culpa, vergüenza, del cual se ha dicho que provocaba sordera, ceguera, impotencia, infertilidad, etc. Claro que nada de esto es cierto y resulta ser todo lo contrario, según expertos médicos causa alivio físico y mental, mejoras en la circulación sanguínea, mejoras en la sexualidad, aseguran en fin, que los beneficios de la masturbación son muchos más que entregar un gran placer y que es el aspecto mas normal de la salud de los hombres. Como todos sabemos, los hombres nos masturbamos (o por lo menos la mayoría) como si el mundo se fuera a acabar y nada malo nos ha pasado.


Los hombres nos masturbamos no sólo para sentir placer y llegar al orgasmo, sino para saciar una necesidad física. Los órganos sexuales masculinos producen y acumulan esperma, luego de un par de días, el cuerpo siente la necesidad de expulsar esta esperma, para dejar espacio para la nueva.


La masturbación ayuda a que nos mantengamos más relajado, para liberar tensiones y además para que, al momento de estar con nuestra pareja en la cama, nos encontrarnos menos ansioso y apresurado. Así que de ahora en adelante piensa bien tu reacción si encuentras a tu pareja masturbándose en la ducha o debajo de las sábanas no es ningún signo de que no está satisfecho con la sexualidad que tiene contigo, ni que está pensando en otra persona (aunque puede ser parte de su fantasía al masturbarse) o que tú no eres lo suficientemente bueno satisfaciéndolo. Al contrario, la masturbación es un signo de buena salud y de que el hombre está preocupado de su sexualidad. A pesar de la mitología que se cumple se casó (o tiene una pareja) con todas sus necesidades sexuales, a menudo un hombre todavía quiere - si no se necesita - la experiencia del sexo en solitario. La masturbación es una forma totalmente diferente de expresar su sexualidad. La masturbación se practica desde niños, se acentúa con la juventud y se disfruta hasta la misma muerte.
Es común y sano para un hombre que use erotismo visual de adultos para su auto-placer. Con suerte, algunos de los efectos a partir de lo que vea, se traduzca en algo nuevo en el lecho conyugal. Si siente el deseo o la necesidad de jugar con él mismo, solo y con estímulos visuales, que es su derecho. Y él debe ser capaz de hacer eso sin ser interrumpido o interrogado al respecto.


Es común que los hombres necesitemos algo de tiempo y espacio para percibir las sensaciones genitales y la liberación de la tensión sexual sin tener que ser un buen amante a nadie más. Esto de ninguna manera refleja a un hombre que no este interesado en poder o querer dar placer a su amante. Probablemente, tendremos momentos en que sólo queremos estar solo y pasar a la acción sin tener a nadie al lado. No es una amenaza, simplemente otra forma para nosotros de expresar y sentir nuestra masculinidad. O puede ser simplemente corretear, lejos de toda demanda. Y las imágenes en una revista o un video puede ser la fantasía perfecta para ayudarnos a soplar aquel vapor, sin demasiado esfuerzo

La forma en que el hombre se masturbe, o la forma en que lo masturben (si se hace en pareja), inciden directamente en su sexualidad (o la de ambos, si tiene pareja). Una masturbación demasiado rápida, puede generar problemas de eyaculación precoz.
Por esto, desde la pubertad, el hombre debe darse el tiempo necesario para descubrir su cuerpo y los tiempos que necesita para masturbarse, de modo de aprender a controlar desde un principio su eyaculación. Otro aspecto importante a la hora de la masturbación, es la lubricación. La saliva, un gel o crema lubricante, son indispensables para lograr una buena masturbación. En general, los hombres somos bastante elementales en cuanto a la masturbación se trata, pero hay muchas maneras de hacerlo. La más simple y tradicional consiste en estimular acariciando el tallo del pene de arriba hacia abajo, o de abajo hacia arriba, haciendo que el prepucio (si no se está circuncidado) se mueva cubriendo y descubriendo el glande (la cabeza), desde que el pene está flácido hasta que la erección alcance toda su consistencia, para lograr la eyaculación (venirse, botarse) el ritmo se incrementa hasta que el orgasmo es irremediable. Se puede tener orgasmos sin eyaculación y también viceversa.


Para evitar y/o retardar la eyaculación se utiliza una técnica que consiste en presionar el conducto seminal, colocando los dedos durante unos segundos sobre el glande, justo debajo del surco prepucial (la parte mas hendida del pene) y parar el movimiento de fricción de la mano sobre el pene. También se logra cambiando la velocidad y la presión con la que se hacen los movimientos de la mano, parando y retomando la estimulación las veces que sea necesario.